7 feb 2009

DOS POR UNO, NO VA A QUEDAR NINGUNO

A PROPÓSITO DE UN POST DE ROBERTO GARGARELLA



El 29 de enero RG publicó un post titulado "Contraejemplo", en donde hace mención elíptica a dos editoriales del diario "La Nueva Provincia", diario democrático, liberal y partidario de los derechos humanos, si los hay. En ese poderoso pasquín, el 18 de noviembre de 2007, un tal Claudio Chaves, supuesto educador e historiador residente en la Autónoma, escribió una editorial dedicada a insultar a Verbitsky —ése no es el problema, supongo que se sabe defender de imbéciles como éste— y, por el mismo precio, a justificar dos genocidios. Aquí transcribimos algunos párrafos:


La acción militar contra el indio fue un reclamo permanente de todo el arco social de fines del siglo XIX. Desde los poderosos estancieros hasta el gaucho más pobre veían la necesidad de terminar con esa plaga. Como muestra del fastidio social, puede leerse el Martín Fierro y su opinión sobre el indio, que era, en general, la del pobrerío rural.

Yo me pregunto, ¿cómo investigó este buen señor e historiador la existencia real de ese "reclamo permanente de todo el arco social"? Yo me pregunto, ¿cómo este señor educador se permite utilizar el término "plaga"? Yo me pregunto, ¿sabrá este buen señor que Martín Fierro es un personaje de ficción?





¿Por qué esta unanimidad? Muy sencillo. Los indios pampas eran ladrones, no otra cultura. Es un grueso error explicar esta guerra atribuyéndola a una lucha intercultural. Los indígenas estaban colgados a lo peor de nuestra civilización: el alcohol, el robo, la violencia y el vicio. Las entradas indígenas ocasionaban todo tipo de males. Robaban cuanto podían, incluyendo el secuestro de hombres, mujeres y niños que usaban en sus tolderías para las labores más viles, lograban venderlos por algunas monedas en Chile o pedían rescate a sus familiares directos. Practicaban el secuestro extorsivo. Apuraban a los distintos gobiernos para lograr de ellos una paga que comprara su irrecuperable conducta.

¡Así que eran ladrones que no tenían su propia cultura! ¡Qué lo parió!

¡Así que estaban colgados a lo peor de nuestra civilización! ¿Y eso era? El alcohol, el robo, la violencia y el vicio... ¿Estará describiendo a los vencidos en la campaña del desierto o a los conquistadores de América?

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El periodista Horacio Verbitsky, de "Página 12" , dedicó, el domingo último, su tradicional sermón dominguero a la Iglesia, a Roca y al Ejército. Su ensañamiento no asombra. Es lo que viene haciendo desde comienzos del siglo XX la izquierda, que él representa, y todo el arco de la progresía "bien pensante"...

En la oportunidad, su musa intelectual ha sido Ceferino Namuncurá...

Con motivo de su beatificación, el periodista descarga su artillería de agravios, continuidad de su antigua labor desoladora, pero por otros métodos. Verbitsky tiene la psicología del devastador y como tal es un perdedor. El rencor en dosis permanente y en pociones se vuelve contra uno. Corroe el alma. Expulsado junto a sus feroces amigos de la Plaza de Mayo por el general Perón, rodaron al abismo. El Ejército los abatió como a moscas. Se metieron en una guerra creyendo que los muertos los sumaría el otro bando. No fue así.


¿Guerra? ¿Qué guerra? ¿Y este tipo se dice historiador? ¿Y este descarado habla del hecho de que el rencor corroe el alma? Este país da para todo.




1 comentario:

Unknown dijo...

Sin dudas, el presunto historiador es un idiota! Ahora bien, teniendo en cuenta la cantidad de monumentos aún en pie del Generalísimo Roca, y la cantidad de calles patagónicas que llevan su nombre, debe concluirse que lamentablemente muchos aún sostienen ese tipo de argumentos!
Sr.T}