21 feb 2009

LA INDEPENDENCIA INTERNA DEL PODER JUDICIAL SEGÚN ZAFFARONI

¿NADIE SE ESCANDALIZA?




En el post de Lucas Arrimada, "Estructuras judiciales II: Dependencias e independencias", se cita el siguiente párrafo del libro del ministro supremo Raúl Zaffaroni:

Más allá de eso, reconocemos pasajes muy buenos cuando leemos esto, por ejemplo: "En la práctica, la lesión a la independencia interna suele ser de mayor gravedad que la violación a la propia independencia externa. Ello obedece a que el ejecutivo y los diferentes operadores políticos suelen tener interés en algunos conflictos, en general bien individualizados y aislados (salvo casos de corrupción muy generalizados, o sea, de modelos extremadamente deteriorados), pero los cuerpos colegiados que ejercen una dictadura interna y que se solazan aterrorizando a sus colegas, abusan de su poder en forma cotidiana. A través de este poder vertical satisfacen sus rencores personales, se cobran en los jovenes sus frustraciones, reafirman su titubeante identidad, desarrollan su vocación para las intrigas, despliegan su egolatría, etc, mortificando a quienes por el mero hecho de ser jueces de diferente competencia son considerados sus "inferiores". De este modo se desarrolla una increíble red de pequeñeces y mezquindades vergonzosas, de las que participan los funcionarios y auxiliares sin jurisdicción. La maledicencia se convierte en moneda corriente, hace presa a todos y sustituye a las motivaciones racionales de los actos jurisdiccionales: las sentencias no confirman, revocan o anulan por razones jurídicas, sino por simpatía, antipatía, rencor, celos con el colega. Si los operadores de un poder judicial verticalizado decidiesen un día dejar de practicar la malediciencia respecto de sus colegas, reinaría en los edificios de sus tribunales más silencio que en los templos". En un trabajo, lo llamamos autoritarismo jerárquico.

Lo que un ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho, para sintetizarlo, es lo siguiente:

1) Cuando las cosas están mal, el ejecutivo y los operadores políticos manejan al poder judicial destruyendo su independencia en casos de corrupción generalizados, de modelos extremadamente deteriorados.

2) Cuando las cosas no están tan mal, el ejecutivo y los operadores políticos aplastan la independencia judicial pero en casos bien individualizados y aislados.

3) Pero en realidad, como regla, el problema es la falta de independencia interna, que genera prácticas decisorias que no dependen de razones jurídicas. Existe una dictadura interna de los tribunales colegiados, que abusan de su poder cotidianamente, satisfacen rencores personales, se cobran sus frustraciones en los operadores más jóvenes, despliegan su egolatría, y se decide por simpatía, antipatía, rencores, celos.

¿A nadie escandaliza esta confesión por parte de quien fue camarista por años, y actualmente es ministro del supremo tribunal federal de nuestro país?

¿Qué podemos hacer si esto es así? ¿No será hora de hacer borrón y cuenta nueva? ¿Adoptar la organización del colegio de jueces? ¿Implantar de una maldita vez el modelo de jurados clásico anglosajón? ¿Oralizar toda la justicia, no sólo la justicia penal? ¿Cómo hacer para que nuestra mezquina casta judicial opere de otra manera menos mezquina que la que describe Zaffaroni? Ya sé, todas las generalizaciones son malas, nadie dice que todos actuen de esta manera, pero lo cierto es que ésta es la racionalidad del poder judicial. No estoy seguro de coincidir con Zaffaroni en cuanto a cuáles son las variables que tornan arbitrarias las decisiones judiciales. Sin embargo, la gran mayoría de las que consideramos relevantes son iguales o peores que las que él describe. Y para colmo de males, quienes ejercen la jurisdicción se levantan a reclamar por un honor que ya perdieron cada vez que alguien osa explicar cómo se ganan la vida.

La verdad, lo único que me queda es salir a tomar algo y pensar en los pros y los contras del cultivo de la soja. Mañana será otro día y, con suerte, este post se habrá autodestruido o será censurado.



1 comentario:

Anónimo dijo...

4 años màs tarde desde la entrada de esta cita en el blog, tenemos un Ejecutivo que se pone en cadena nacional a hablar mal del Poder Judicial porque no hacen lo que Ella quiere. Pasan los años y todo sigue igual...
Flor Iturrieta