14 may 2013

TEXTO DEL AMPARO SOBRE PUBLICIDAD OFICIAL EN EL CASO RÍO NEGRO





El caso
(aclaramos que intervenimos en el caso en calidad de
apoderados de la Editorial Río Negro)

1. La difusión de noticias políticas

El 7 de diciembre de 2002, el diputado provincial (Provincia de Neuquén, Argentina) Jorge Taylor, convocó a una conferencia de prensa en el estudio jurídico “Moreno Ocampo & Wortman Jofré”, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para denunciar que el vicepresidente primero de la legislatura neuquina, Osvaldo Ferreyra, le había ofrecido $ 640.000 —en ese momento,  aproximadamente USD 200,000—, en un crédito del IADEP (Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo) a cambio de que diera quórum para permitir el tratamiento de las ternas propuestas por el gobernador Jorge Sobisch para completar el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Neuquén con abogados de su confianza.

El periódico "Río Negro", como otros medios de comunicación nacionales y regionales, participó de esa conferencia de prensa y difundió en forma completa todo lo referente a tan grave denuncia, que involucraba también en el presunto intento de soborno, al gobernador de Neuquén. Las notas se ocuparon del tema y de sus repercusiones, recogiendo todas las manifestaciones efectuadas, incluso de los denunciados cuando quisieron hacerlas. 

2. Campaña de desprestigio e intimidación

Después de algunos días de silencio, y cuando la denuncia del diputado Taylor ya estaba siendo investigada por la Fiscalía Penal de Delitos Administrativos, el Poder Ejecutivo de la Provincia de Neuquén, que encabeza el Sr. Jorge Sobisch como gobernador, decidió poner en práctica una estrategia consistente en desprestigiar al denunciante Taylor y al periódico “Río Negro”, como también desprestigiar e intimidar a la persona del peticionario, aun cuando el tema había sido presentado en exclusiva por el canal nacional “América TV” —canal televisivo de alcance nacional— y reflejado luego por otros medios nacionales como los periódicos “La Nación”, “Clarín”, “Página/12”, el canal televisivo TN, y las radios capitalinas Continental, Rivadavia, Mitre y Radio 10, entre otras.

En esa acción contra el periódico “Río Negro”, se tomaron dos tipos de medidas por parte de diversos funcionarios del Gobierno neuquino: a) agresiones e intimidaciones verbales formuladas por altos funcionarios neuquinos contra el Sr. Julio Rajneri y contra el periódico “Río Negro”; y b) un abrupto e injustificado cese de la publicidad oficial que desde hace años se publicaba en el periódico “Río Negro”.

No se trató de meras descalificaciones del Sr. Rajneri sino que, desde los más altos cargos del poder ejecutivo provincial, se intimidó gravemente al peticionario. Para que quede claro, sintetizaremos las agresiones más amenazantes:

• Un diputado acusó al peticionario de “no tener escrúpulos” y de “intentar avanzar sobre un gobierno popular”.
• El ministro de gobierno neuquino dijo que el Dr. Rajneri había “despertado a la bestia” y que le “sobraban pelotas y ovarios para enfrentar a esos atorrantes”.
• Un concejal dijo que si bien ellos eran pacíficos, que “no los busquen porque los van a encontrar”.
• El presidente del Banco provincia dijo que iban a responder “piña por piña” (golpe por golpe).
• El gobernador acusó al peticionario de dar un “virtual golpe de Estado”.
• El mismo gobernador amenazó con “tener poder para agarrársela con la familia del peticionario”.

Frente a este panorama, la conclusión es ineludible. Las más altas autoridades provinciales neuquinas reaccionaron con una fuerte  campaña de desprestigio e intimidación por el contenido de notas periodísticas publicadas en el diario “Río Negro” contra el periódico y contra la persona de su director.

3. El manejo de la publicidad oficial

 

La segunda reacción del gobernador Sobisch y de su entorno de funcionarios, sin embargo, fue mucho más allá de actos verbales, y representó la vulneración flagrante del derecho a la libertad de expresión y a la crítica de los actos de gobierno.

En efecto, a través del manejo discrecional de los fondos del gobierno provincial destinados a solventar la difusión de información pública y de la gestión de gobierno en los medios de comunicación social, se presionó más allá de lo tolerable en los límites de un Estado de derecho democrático, con el exclusivo objeto de silenciar la crítica política.

Desde el inicio de su gestión, el gobernador Jorge Sobisch se preocupó de controlar muy de cerca, tanto por la estrecha dependencia funcional del órgano responsable de la difusión de los actos de gobierno, institucionales, como de promoción de su gestión, respecto de su persona, como también por el funcionario que fue designado como responsable de dicho órgano.

Mantuvo la concentración de la contratación con los medios en la Subsecretaría General de la Gobernación y al frente de la Subsecretaría designó a un sobrino suyo, el Sr. Rodrigo Salvadó. Desde su oficina se manejaba todo lo relacionado con pautas oficiales, destinos, medios e importes tanto de los organismos provinciales centralizados como de los descentralizados. Desde allí se emitían las órdenes de publicidad. 

El periódico “Río Negro” mantuvo una participación creciente —aunque menor a otros medios gráficos regionales— en los años  2000, 2001 y 2002, en la publicidad oficial de la Subsecretaría General de la Gobernación —Dirección General de Medios y Comunicación— Dirección de Difusión, del Gobierno de Neuquén.

4. La concreta sanción económica
 
Sin embargo, y a partir de que se brindara la información del caso dado en llamarse, “el escándalo de las cámaras ocultas”, (periódico “La Nación”, 10/01/03, “Sobisch canceló avisos en el diario Río Negro”) el Gobernador de la Provincia dispuso o admitió —que para el caso es lo mismo— castigar al periódico “Río Negro” y a su director Dr. Julio Rajneri, privando totalmente al medio gráfico de la publicidad oficial, no solamente del área centralizada sino de los organismos que no lo son. La publicidad gráfica se dirigió entonces, exclusivamente al diario “La Mañana del Sur”.



5. El trámite del caso

El 23 de enero de 2003 Rajneri interpuso una acción de amparo ante la Corte Suprema. En esa oportunidad, sus apoderados solicitamos a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ordene al Poder Ejecutivo de Neuquén, en ese entonces a cargo del Señor Jorge Sobisch:

“… el cese de la arbitraria decisión de privar a[l Dr. Julio Rajneri] y sus lectores de la publicidad oficial de los actos de Gobierno de esa Provincia y restituya la distribución de la publicidad oficial que se atribuía normalmente a mi mandante para su publicación en el diario Río Negro” .

En la misma presentación, se solicitó como medida cautelar una medida de no innovar, para impedir que la demora en la resolución del fondo del planteo ocasionara daños irreparables al peticionario y a sus lectores.

Ante la injustificada ausencia de resolución, el día 6 de marzo de 2003 presentamos una solicitud por escrito que requería el pronto despacho de nuestras pretensiones. Frente a la falta de respuesta de la Corte Suprema, insistimos con otro escrito de pronto despacho el 25 de abril de 2003.

Recién el 4 de julio de 2003 fue rechazada la medida cautelar peticionada, porque el tribunal consideró que no estaba acreditado un “peligro en la demora tal que el mantenimiento o alteración de la situación de hecho o derecho pudiera influir en la sentencia o convirtiera su ejecución en ineficaz o imposible”. 

Ante la nueva falta de decisión del tribunal, el día 21 de agosto de 2003 insistimos por tercera vez con un escrito de pronto despacho.

El 5 de septiembre de 2007 la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió hacer lugar al amparo interpuesto por “Editorial Río Negro”, más de cuatro años y medio después de presentado el amparo por el Dr. Julio Rajneri en su calidad de representante legal.









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